miércoles, 17 de marzo de 2010

"Doble filita por favor..."

Algo que odio muchas veces es viajar en bus (déjà vu), y mas que actualmente vivo de 25min de la universidad y entonces tengo que utilizar con mayor frecuencia este medio de transporte.

Normalmente no suelo quejarme de los choferes, ya que su trabajo es arduo y tienen mucho estrés.

Pero es que en las horas pico se vuelve un tormento viajar en bus, ya que tienes que esperar como el doble de tiempo de lo normal para poder subirte al bus. Como a esas horas hay mucha gente esperando del servicio los choferes se abusan y transportan mas personas de pie de lo permitido.

“Por ejemplo, un bus que recorra 25 kilómetros y que tenga un pasillo con un ancho de 25 a 35 centímetros puede subir a 12 personas; mientras que otro, que viaje esa misma distancia, pero con un pasillo de más de 50 centímetros de ancho puede llevar hasta 30 pasajeros de pie.” http://bit.ly/9pPiXx

Siento toda la incomodidad del mundo cuando el bus va repleto y nadie hace nada para solucionar el problema, además de que mi vida se encuentra en peligro en caso de alguna eventualidad, lo que mas indignación me genera es que la multa para el chofer que incumpla esta norma es multado con ¢10.000

viernes, 5 de marzo de 2010

Nacer hombre si que tiene sus desventajas

Soy usuario del servicio de transporte público -llámese bus- para todo lado, el echo de no poseer vehiculo propio conlleva a trasladarme por este medio que algunas veces es bueno, bonito y barato, y otras veces no.

Puedo rescatar decenas de situaciones divertidas vividas en mis viajes, pero hoy quiero que lean la que más he vivido.
Es un hecho que por ser hombre y vivir en una comunidad machista me lleva a ceder mi espacio a personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas, niños -en fin a todos- y aunque la mayoría de las veces lo hago con todo el amor del mundo, otras veces las hago de muy “mala gana”.

En mi último viaje de Tucurrique a Cartago le cedí el asiento a una persona mayor, yo sabía que él iba a viajar una distancia corta y creía que tendría mi asiento de vuelta en un periodo de al menos 10 minutos, así que esperé de pie en el pasillo junto a él y cuando llegó el momento de que el descendiera del automotor le ayudé a levantarse (en este momento el bus estaba en su máxima capacidad, iban muchos de pie), pensé en retomar mi asiento pero cambié de opinión en el instante en que una joven empujaba a todos contar de obtener tan deseado asiento; sonriente empujaba a todos, decía: “voy por ese asiento” y hacía el ridículo frente a todos.
Situaciones como estas he presenciado por montones y la mayoría protagonizadas por mujeres de entre 20 a 40 años.

Otra vez, estaba en los cafetales de Orosi después de un día de trabajo, hablando con mis compañeros de jornada, descansando sobre mis dos sacos de café; en eso llega una señora con un saco en el hombro, lo deja caer y dice:
Parece que aquí no hay HOMBRES!!!
Responde uno de mis compañeros
Hombres si hay, lo que no hay es voluntad!
Si le da tanta pereza jalar el café, entonces ¿Por qué coge tanto?
Que alguien me explique en que consiste la “Liberación femenina”, por favor.

viernes, 19 de febrero de 2010

Sin trabajo fijo

Perdón por la ausencia, pero es que después de la muerte de Perrín he estado algo ocupado, además de sigiloso porque ya no hay guardián en la casa.

Debo aclarar que a la par de mi casa mi mamá tiene un negocito (Abastecedor Anubis) y ayer pasó algo muy común.

Llegó un nuevo vendedor (o “rutero”) ofreciéndonos su producto, una promoción de atunes “Tesoro del Mar” a un muy bajo precio, al parecer los encontró en barata porque estaban a punto de vencerse, pero el los compró y andaba con su Vanette de negocio en negocio, esta es una forma muy común de ganarse la vida hoy en día.

Cuando le pregunté a mi mamá que si lo conocía me dijo que era un vecino de la zona, que al parecer había quedado sin trabajo hace unos días.

Es triste verse en una situación similar, sin un trabajo fijo lanzarse en un negocio desconocido y riesgoso, un trabajo de momento para mantener a tu familia.

lunes, 15 de febrero de 2010

Me mataron el perro T.T

Mientras mi tío y yo hacíamos unos trabajos de soldadura en el patio trasero de la casa amarré al perro en la entrada del garaje, cuando mi papá entró con el carro le aplastó la cabeza. No quise ver cuando lo enterraban
Te vamos a extrañar Perrín III
Hoy la noche es triste...

domingo, 14 de febrero de 2010

Prefiero cortar la mortadela en mi casa!

Otro día como rutero, llegamos a un establecimiento parecido al anterior, con un amplio mostrador, pero este era un poco mas moderno porque si tenían calculadora (Ji, ji, ji...). El negocio no era tan amplio como para necesitar 3 dependientes, pero allí estaban y mientras yo esperaba al dueño para concretar alguna venta una señora pide a uno de los auxiliares:
-Regáleme tres tejas de mortadela sin chile
Creo que la especificación de la señora era muy clara y el joven que atendía acató la orden muy bien.
  • Colocó una bolsa en el mostrador (para el aseo, no sea que la corte donde ponen el dinero y los artículos sucios)
  • Encima de la bolsa la mortadela
  • Y sacó el cuchillo (Nótese que en ningún momento se lavó las manos, así que pensé que era obvio que se iba a colocar unas bolsas como guantes, como he visto en muchos lugares, pero no fue así)
  • Comenzó a cortar la primera tajada de mortadela, cuando iba a la mitad del corte se comenzó a inclinar la tajada, entonces con la palma de la otra mano la sostuvo para poder terminar el corte (¡Asco!)
Así continuó cortando indecentemente la mortadela en frente de la señora sin que ella chistara nada, toda la mortadela terminó contaminada por las mugrosas manos del vendedor.

Aquí es donde me pregunto ¿Porqué la señora no se quejó de esta situación? ¿Será que así somos la mayoría de los “ticos”? Porque tenemos fama de ser unos “dejados”.

sábado, 13 de febrero de 2010

¿"Saber sumar a mano" o "ser muy limpio para comprar calculadora"?

Me encontraba en un día de trabajo como rutero de “Condimentos El Roble” y entramos, mi padre y yo, en "Pulpería la Minita".

Y nos encontramos con un establecimiento muy pequeño pero con un mostrador muy grande, era una de esas típicas pulperías costarricenses de los años 70's-80's, con grandes confiteras y “tiliches” guindando en “ganchos” por encima del dependiente, en donde no había caja registradora y la mayoría de las ventas se hacían a crédito y se anotaban en una libreta.

La dependiente era una señora mayor (muy mayor), y en ese momento se encontraba vendiendo un comestible a un joven, así que ella anotó el precio de todos los productos (por lo menos 40) en una hoja de cuaderno y luego los sumó.

Todo parecía normal hasta que la señora empezó a sumar a mano la lista, se hacía valer de sus dedos para evitar enredos, eso me sorprendió un montón.
¿Cómo es posible que a estas alturas del siglo XXI una pulpería pueda carecer de una vil y burda calculadora?

Cuando finalizó, después de que la señora realizara la suma 3 VECES y A MANO, en muchacho dijo:
-¿Me lo apunta?
Je, je. Pensé que había viajado en el tiempo.

Cuando llegó nuestro turno de ser atendidos y después de haber enseñado nuestros productos apareció por detrás del mostrador una niña de por lo menos 7 años, con uniforme escolar diciendo:
-Abuelita ¿Nos regalas solo 3 bolis?
Y por la puerta que conectaba con la casa se encontraban otras dos niñas de casi la misma edad, seguro compañeras de la escuela, muy tímidas y esbozando sonrisas.

La propietaria camino hasta la refrigeradora casera la cual usaba para los jugos y helados y sacó 3 bolis y se los entregó a la niña:
-¿Qué están viendo ustedes en el tele? Esas son novelas. “Hágamen” el favor y busca algo mejor que ver, “puchicas” novelas que no sirven pa’ni mierda!
La patrona se dirigió hasta el televisor “de perilla” y cambia el canal, desde el mostrador pude ver que cambió al canal 13 y estaban transmitiendo una misa especial desde el vaticano donde la celebraba el papa Benedicto XVI.

Supongo yo que las niñas no se quedaron viendo el televisor por mucho tiempo ¿Qué opinan ustedes?

lunes, 8 de febrero de 2010

Lo asalto yo o lo asalta otro...

No soy de la zona atlántica, pero viajo mucho de Guápiles a San José (y viceversa), y yo no se si uds conocen donde queda "la Terminal de los Caribeños", pues -para los que no saben- está en 5 esquinas de Tibás, un lindo y hermoso lugar donde te pueden asaltar en cualquier momento.
Al fin de cuentas y yo no fui la excepción:

Para evitar ser asaltado en este país tan seguro, me aseguro tomar un taxi desde la Terminal hasta la Fischel para luego tomar el bus hacia mi aparta, era un lindo domingo a las 6:30 p.m.
Entonces paro un taxi y me monto:
- A la Fischel, por favor.
- Mae, son 2 rojillos.
- Ta'loco? Pero si estamos a 500 metros.
- Vea la hora! Eso cobran todos.
Me bajo del taxi muy enojado y me dirijo a otro taxi:
- Cuánto me apéa de aquí a la Fischel?
- dos y medio!
Dos y medio? Putos muertos de hambre.
El taxista se baja de su taxi y se dirije hacia un grupo de taxistas, yo seguía con una cara de orto al pensar que me iban a pegar semejante güamazo por no caminar 5 tejas, en eso el taxista regresa donde mi y me dice:
- Cualquiera de nosotros le cobramos 2 rojos, yo que ud lo pago antes de que lo asalten
Decidí pagar esos mismos 2 rojos para que me llevaran a San Pedro, no podía creer que tenía que decidir entre ser asaltado por un taxista o por un indigente...